Si, ya sé que esta receta no viene nada bien para la operación bikini y menos aún tras los excesos navideños, pero un trocito no os va a hacer daño.
Cada domingo suelo hacer un bizcocho o magdalenas para que se lo lleven mis soles al cole durante la semana (para los recreos). Ayer decidí usar un bote de mascarpone que me había sobrado (y estaba a punto de caducar) de las Navidades (la trufa de relleno del roscón la hice con mascarpone).
Es un bizcocho súper esponjoso y con un sabor sin igual. De verdad, si no lo habéis probado nunca tenéis que hacerlo.
Yo lo hago en la Kitchen Aid pero se puede hacer también con una batidora normal.
INGREDIENTES:
250 gr. de queso mascarpone
250 gr. de azúcar glass
220 gr. de bizcochona (o harina de repostería).
Aunque la bizcochona lleva levadura yo suelo echar una cucharadita más.
1 pizca de sal
4 huevos
100 ml de aceite de girasol
PREPARACIÓN EN KITCHEN AID:
Mezclar el azúcar glass con los 4 huevos en velocidad 3-4 hasta tener una masa blanca y haya doblado su volúmen.
Añadir el queso y el aceite y batir a velocidad 3 hasta que el queso esté integrado.
Añadir la harina (tamizada con la levadura y la pizca de sal) y batir en velocidad 2 hasta que se integre la harina.
Engrasar y enharinar un molde, hornear a 180ºC, calor arriba y abajo durante 35 minutos. Veréis que la parte de arriba se dora bastante, no os preocupéis que no se quema.
Una vez apagado el horno, dejarlo enfriar en el molde y desmoldar en frío. Es un bizcocho delicado en caliente (porque tiene mucha grasa) y si desmoldáis antes de enfriar se os puede partir (doy fe ja ja ja).
Que tengáis buena semana ;)
Madre mía menuda pintaza! Eres una crack guapa. Te sigo desde ya
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