8 mar 2013

Superwomen


Los lectores habituales de este blog habéis sufrido mis iras, rabietas y quejas con respecto a la conciliciación de la vida familiar y laboral.

Yo no me considero una superwoman, ni mucho menos. Y, si lo parezco, es porque, lo que hago, lo TENGO que hacer y si a las obligaciones le añado lo que QUIERO hacer por hobby, diversión o evasión el resultado son unas jornadas maratonianas.



Como yo, millones de mujeres (y además madres) de todo el mundo nos ponemos el traje de superwoman cada mañana y afrontamos “la carrera del día” como buenamente podemos (¡qué remedio!).




No me hace falta irme muy lejos (seguro que a vosotras tampoco) para ver a muchas de esas superwomen. 

En mi círculo más cercano tengo algunas:

E. me “acompaña” en mis madrugones y a las 5.30 de la mañana ya nos damos los buenos días por whatsapp y ánimos para aguantar la vorágine del día que nos espera.
Prepara a sus hijos para el cole, recoje a su mami, se va a trabajar, por la tarde va a por sus niños al cole, los lleva a las actividades extraescolares, a las citas médicas, a los cumples… mil y una cosas que soluciona cada día ella solita corriendo de un lado a otro de Madrid.



V. es ginecóloca en un hospital y en un centro de salud y, además, da conferencias sobre lactancia materna. Madre de tres hijos a los que no desatiende ni un segundo. Y, encima, siempre está predispuesta a sacar tiempo para atender nuestras paranoias con la mejor de sus sonrisas. Es una mami “ecológica” y transmite a sus hijos esos valores.

Vi. es otra mamá que corre de arriba a abajo por media ciudad cada día entre su trabajo de periodista y sus hijos, a los que lleva siempre como un pincel vayan donde vayan. Además, no descuida ni un segundo a su mami y no sabe decir “NO”.


R. una mamá coraje, volcada en su marido, su hijo, sus padres, sus hermanas… siempre preocupada por los demás y dejándose a ella para último lugar. No veréis a su hijo despeinado ni con una sola mancha nunca.

P.Con un trabajo extremadamente duro (por el que su salud se está resintiendo), siempre está pendiente de nosotras. Nos pregunta cómo estamos y “se queda para escuchar la respuesta”. Tiene un corazón tan grande que yo siempre le digo que se merece un monumento.

M.J. Con dos niños, uno de ellos un bebé, se pasa las noches en vela y, aún así, se levanta con la mejor de las sonrisas y nos da ánimos a las demás. Por supuesto trabaja (en su propio negocio), lleva su casa, su familia… y encima da cursos de manualidades a otras mamás. ¿Cuántas horas creéis que tienen sus días?

Mt. Ejecutiva con dos niños. Otra que se levanta al punto de la mañana y corre de un lado a otro todo el día entre sus hijos y su trabajo. Preocupada siempre por su familia es capaz de dejarlo todo y correr allá donde la necesiten, aunque le suponga “olvidarse” de comer durante tres días.




M.A. Autónoma y mami de un terremoto que nunca quiere dormir. Otra que vive por y para su familia y no sabe decir que “no”.

M. Una mami que, a pesar de estar atravesando un mal momento, todavía se disculpa por quejarse. Desde aquí te digo que TIENES DERECHO A QUEJARTE LO QUE TE DÉ LA REAL GANA. Faltaría más.

Ra. Mami de dos niñas que se esfuerza por salir de una situación laboral inestable y nos endulza con sus supertartas (de aquí a nada sus tartas serán famosas, os lo digo yo). Cuida con primor a sus nenas y a su marido y, de vez en cuando, pone a quien tiene que poner en su sitio.




¿Qué? ¿Os suena, verdad? ¿A que os sentís identificadas? Pues todas ellas son mamis reales, son mis amigas y, además de ser todas unas supermujeres, no sabría vivir sin ellas.

Aprovecho el día de hoy para decirles, a ellas y a todas las que se encuentren en situación similar, que somos unas SUPERWOMEN.




¡¡¡¡FELIZ DÍA DE LA MUJER!!!!
(por cierto, ¿hoy nos dan el día libre, no?)



Today I want to congratulate all the superwomen who get up every morning and run a marathon between work and family. Happy day to all women.






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